lunes, 20 de enero de 2014

Falso contacto.

      ¿Cuántas veces lo pedí? Y ahora no quiero verlo, siquiera. Me molesta hasta tal punto de quemarme. Me recuerda lo incompleta que estaba. Lo que lo lloré.
     Y las veces que me llame mala persona por negarlo desaparecen.
     Aun así es solo una pequeña cosa. Nada más que un falso contacto, uno invisible. No destruye el muro, solo lo traspasa momentáneamente.
     Pero vuelve aquello. Y mi risa se torna gélida. No me deja respirar la sensación, y el tartamudeo mental me agobia.
     Solo mirar para otro lado ya no alcanza, porque fue más que algo sencillo. Y su partida también fue brutal. Me desconcertó, y me dejó más sola de lo que antes había estado.
     Quiero que desaparezca y jamás regrese. Pero no él, sino el recuerdo de aquella sensación para nada grata. Parece burlarse de todas las barreras que puse, y tirarlas abajo con un parpadeo. Creo que siempre fue así.
     Y aun así no puedo explicar cuánto lo extraño.


     Aquel camino de mentiras de patas largas. Aquel círculo sin cerrar.



"Se separaron. Ella tomó el camino de la izquierda, y él el de la derecha. Pero olvidaron algo: el mundo es redondo"